Las representaciones de juego de pelota en los documentos nos permite observar las diferentes variantes de estos elementos arquitectónicos, al parecer son los olmecas los primeros que inician con esta actividad en el periodo Formativo (1200 a.C a 200 d.C.). La práctica de este juego se extendió en toda el área mesoamericana con variantes en la ejecución del juego y en el propio espacio de la cancha. Para el Posclásico tardío, tenemos las referencias de cómo se jugaba según lo que relata Fray Diego Durán: Eran estos juegos de largos de á cien piés y de á ciento y cincuenta y de á doscientos piés, donde cabian por aquellos rincones cuadrados que á cabos y remates del juego tenia cantidad de jugadores que estaban en guarda y con aviso de que la pelota no entrase allí poniéndose los principales jugadores en medio para hacer rostro á la pelota y á los contrarios por ser el juego á la mesma manera que ellos peleaban ó se combatian en particulares contiendas. En medio de este cercado habia dos piedras fijadas en la pared frontera la una de la otra: estas dos tenian cada una un agujero en medio el cual agujero estaba abrazado d un ídolo el cual era el Dios del juego: tenia la cara de figura de un mono la cual fiesta como en el calendario veremos se celebraba una vez en el año y para que sepamos de qué sercian estas piedras es de saber la piedra de la un parte servia de á los de una banda para meter por aquel agujero que la piedra tenia la pelota y la otra del otro lado para los de la otra banda y cualquiera de ellos que primero metia por allí su pelota ganaba el precio.”(2002:213)