Según el Nuevo Testamento Jesús “entró en agonía y oraba con más insistencia, y su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre que caían hasta el suelo. (Lc 22:43-46)”
Este pasaje de la Biblia muchas veces se omitía porque la gente se escandalizaba por la debilidad mostrada Jesús. Sin embargo, para los teólogos esta debilidad no es como la de un ser humano común. Cristo se enfrenta con una visión desesperante del pecado del mundo, que se le impone en la misma medida en que lo invade la presencia del Padre Santo. El quiere a los hombres y tiene la misión de salvar a la humanidad; pero también ve la maldad de sus verdugos; el dolor y los quebrantos que causa el pecado en el mundo. Esto hace que Cristo tenga una ansiedad y un sufrimiento intenso, el cual manifiesta al convertirse su sudor en sangre.
Ficha de lectura del glifo
Palabra Náhuatl
Posición en la lectura
Inicial
Traducción
Jesucristo orando
Sonido
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