Destaca el tono rojo en parte de la pintura facial, el azul en la vírgula de la palabra, y el amarillo de la estera
Sahagún (1989:I,437) indica: “y cuando el niño o niña era prometido de meterle en el monasterio, los padres hacían fiesta a los parientes. Y si el padre y la madre querían meter a su hijo o hija en el monasterio…enviaban a llamar al que allí era mayor, que le llamaban telpuchtlato…”