La representación de un disco solar se puede observar en diversos soportes como la piedra o en otros contextos como documentos. Se le denomina como Teotl, Dios o Divino, por la gran importancia del sol en la vida cotidiana y religiosa de los indígenas. Dadas sus características divinas, también se advierte que fue un glifo detallado por el tlacuilo: se utilizaron colores como el amarillo y el rojo ambos asociados con el sol, el calor y la sangre, además del verde en diferentes tonalidades (más oscuro al centro y más tenue en las orillas) en asociación con la vegetación y vida. Otro elemento que nos refuerza el carácter divino de la representación son los dos círculos concéntricos. El sufijo "co" que indica el locativo o lugar no aparece en el glifo.