De acuerdo con José Luis Cruz en su estudio sobre el traje guerrero azteca, la lectura del casco de los guerreros en náhuatl es cuacalalatli (Cruz, 1989; 208-216). En este caso, el casco que porta el personaje es de un animal entre ocelote (jaguar) y coyote, cuyo color de piel es amarillo. Nos inclinamos a pensar que se trata de ocelote por la extensión corta de las fauces y la redondez de las orejas. En el estudio de Cruz, los dos trajes guerreros que aparecen de uno de estos animales, en el Códice Mendocino y Matrícula de Tributos, son de color amarillo, pero el de coyote tiene las fauces más largas, y el de ocelotes es moteado. Dado que no todos los elementos de la escritura indígena tradicional más antigua se conservan hasta el siglo XVII, consideramos que pueden haberse omitido alguno de los elementos incluidos en épocas más tempranas; por tal motivo nos inclinamos a pensar que en este caso se trata del “Ocelotl Yaoquizcatlaquemitl” “Traje guerrero ocelote”. De esta manera, el “tlacuilo” (escribano-dibujante) habría distinguido a este guerrero del de su derecha, cuyo color parece más gris y las orejas más puntiagudas, de un cánido y no de un felino. Si la lectura de la piel se hiciera marcando la materia prima de esta vestimenta podría proponerse “Oceloeuatl” o “coyoeuatl”, piel de ocelote o piel de coyote respectivamente. Lo importante es que el “talcuilo” nos da la calidad de guerrero chichimeca que está vinculado con Chalco, como antecesor de los gobernantes coloniales. La lectura del casco sería "Ocelotl cuacalalatli", "Casco de ocelote".
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