El glifo de lugar está representado por el itzcuintli o perro. El registro del perro coincide con las formas en que se presentaban los caninos en la época colonial. En la imagen (M_08r_B_30) se toma la lectura del “todo por la parte” ya que sólo está anotada, incompleta, la parte baja del cánido. En el topónimo M_32r_A_12, el animal se encuentra recostado, de perfil, de color blanco con manchas negras.