“Los mexicanos sabían hacer puentes de piedra, y entre los restos de su antigua arquitectura se ven aún hoy, en el río Tula, los grandes y fuertes pilares que sostenían el puente que allí había. Las reliquias de los antiguos palacios de Texcoco, y mucho más su temazcalli, dan a conocer el uso antiguo de los arcos y de las bóvedas en los mexicanos y las demás naciones de Anahuac” (Clavijero, 1974, Libro X, 6ª. Disertación, 3, pp. 529-30)
En este caso el puente se encuentra dibujado en forma de árbol con sus ramas.