Comúnmente se le ha llamado malacate, al huso, empleado para hilar, el huso prehispánico, se conformaba de dos elementos, el astil, vara delgada de madera, la cual llega a medir entre 25 a 30 cm, el malacate o malacatl, disco circular de barro, madera, hueso o piedra, este disco presenta un orificio en el centro, por donde se introduce el astil; existen diversos tipo de malacates, según la fibra a hilar, para el algodón se empleaban malacates delgados , mientras que para fibras duras, estos implementos eran más grandes y pesados. Pictográficamente el tlacuilo represento un huso, integrado por el malacate y astil, el cual tiene enrollado hilo de algodón y en uno de sus extremos pende algodón abatanado o esponjado.
Los malacates podían ser lisos o decorados con representaciones fitomorfos, zoomorfas o geométricos, realizados en alto o bajo relieve, esgrafiado o pintados. Actualmente en las comunidades nahuas asentadas en la región huasteca, acostumbraban a decorar sus malacates pintándolos con representaciones geométricas. Para la arqueología los malacates son indicadores que señalan la realización del procesamiento y transformación de fibras.