Cada uno de estos corazones representan
la fuente de la vida y la santidad, fuente de toda consolación.
A los monjes del siglo XII se les enseñaba que las fuentes del Salvador son “la fuente de la misericordia que purifica, la fuente de la sabiduria que satisface el alma, la fuente de la gracia que la riega y la hace crecer; la fuente de celo de la que el corazón del cristiano saca su ardor”. Estas cuatro fuentes se relacionaban con las heridas de los cuatro miembros de Jesús crucificado. La herida abierta del Corazón se designa como la fuente suprema, la de la propia vida, la de la vida verdadera que comienza para el hombre con la emisión del ultimo suspiro de su pecho.
Ficha de lectura del glifo
Palabra Náhuatl
Posición en la lectura
Inicial
Traducción
Corazón Contenedor
Sonido
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