Las lágrimas derramadas están asociadas con la aplicación de castigos a los muchachos que por alguna razón no obedecen a sus padres en su instrucción durante su formación dentro del grupo doméstico. Castigos como punzar la piel, oler humo picante, o acostarse sobre tierra húmeda provocaban dolor y llanto. Éste se le representa con el glifo del agua de manera vertical, brotando de uno o ambos ojos.