La investigadora Lourdes Suárez señala que la concha, directamente conectada con el agua, se le encuentra asociada con las deidades, creencias religiosas y muchas veces deificada ella misma. Unida al agua y símbolo de ella, se atribuyen a la concha poderes sobrenaturales derivados de su procedencia (Suárez, 1981, p. 29)
Asimismo señala que “al analizar los códices hemos visto que la concha se presentaba de dos formas: mediante la representación de pelecípodos ó gasterópodos (conchas o caracoles) en las que el animal está presente o implícito, y mediante la representación de objetos expresamente manufacturados de este material y en los que la mano del hombre había tomado parte para transformarlos. (Suárez, 1989, pp. 1-2)