A pesar que se representó el Templo Mayor de este asentamiento, también se dispuso el topónimo del asentamiento probablemente para diferenciar este edificio con el Templo de Tenochtitlán. Según Rémi Siméon el primer nombre de Tlatelolco fue Xaltilolco, “Sobre la montaña de arena”. Una imagen similar del glifo se puede observar en el convento de Santiago Tlatelolco, como parte de la cenefa que decora la fachada de la entrada principal, una costumbre dentro de la arquitectura conventual de esa época era plasmar glifos y topónimos de los lugares.