En esta representación, la Virgen María aparece de pie. Sobre su cabeza se encentra un nimbo radiado, el cual es muy característico en la tradición mexicana (los de forma circular que son muy utilizados en la iconografía Cristiana Europea). Los tres destellos que sobresalen representan la cercanía con la trinidad, con Cristo. Debajo de su manto encontramos una especie de cenefa espigada que significaría la divinidad, la sacralidad, lo trascendental.