Al conejo se le llama tochtli o tochin; la liebre, cictli.
“Los pueblos mesoamericanos veían en la mancha oscura sobre el disco de la luna a un conejo erguido […]. Además, el conejo es una representación de la luna en sí y en general del mes y, sobre todo, de los dioses de la luna, o de una clase especial de la luna, de los dioses de la cosecha y de la vegetación, que eran los dioses de la bebida embriagante, el pulque, y se les llamaba centzin totochtin, ‘cien conejos’.
El conejo también era uno de los veinte signos de los días de los mexicanos, el octavo, y la diosa del maguey, la planta de la que se obtenía el pulque embriagante, es la personificación del símbolo de este día, y a su vez regente de la octava sección del Tonalamatl.
En los antiguos manuscritos mexicanos generalmente se pintaba al conejo de color amarillo, o también de color blanco y rayas negras y rara vez completamente negro.” (Seler, 2004, p. 288).