Los escudos que utilizaban los guerreros aparecen constantemente en las láminas del Códice como tributo. Cada uno de los diferentes tipos de trajes está acompañado de una rodela o escudo anotado en náhuatl como chimalli. Estaban elaborados con plumas de diferentes colores con las que se iba formando el diseño. La glosa del Códice hace una distinción entre plumas ricas y plumas “valadís”. En el primer caso, siempre se refiere a unidades, mientras que en el segundo la rodela o chimalli, anota el numeral de pantli o veinte. Son siete las variantes que se anotaron en el Códice Mendoza, sin embargo, en ninguna de las glosas o anotaciones se da el nombre de cada uno de ellos. Se ha tomado del trabajo hecho por E. Seler y de la publicación de Antonio Peñafiel, los nombres que ellos dan para cada una. (Mohar,L.M.1987, 1990) En una sociedad militarizada como la mexica los escudos eran fundamentales como arma defensiva y sus diseños estaban al igual que los trajes, asociados a los rangos militares y a las distintas deidades.
1.- QUETZALXICALCOLIUHQUI.
Aparece registrada en 25 láminas del Códice, en una cantidad total de 51 escudos o “rodelas” como anota la glosa, procedentes de los estados actuales de México, Morelos, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz. A pesar de ser un diseño constante siempre se anota como unidad y con la excepción de la lámina de Hueypuchtla (folio29) en el que aparece con el numeral de veinte, puede acompañar tanto al traje teocuitlacopilli, como al quaxolotl o al xopilli, al tzitzimitl, al tozcoyotl, quetzalpatzactli, ocelotl, y solo una vez en la lámina de Tlachco (folio 36) al cuextecatl