Se le conoce también como estera, formaba parte del mobiliario de hogares, templos y palacios. La materia prima para su elaboración es la juncia o tule propia de las zonas lacustres del centro de México. A través de los informes recuperados por Sahagún sabemos que en la sociedad mexica había especialistas en el manejo y transformación del tule. Además de las esteras que hacían las veces de alfombra, los oficiales petateros confeccionaban icpallis y tepotzoicpalli empleados como asientos y símbolos del gobierno. En el ámbito estético y simbólico el petate representa el entrecruzamiento de serpientes, es una metáfora del gobierno, y sin duda tiene una carga simbólica muy fuerte.