La ropa es de color blanco, mientras el color azul resalta en la lágrima que brota del ojo derecho de la muchacha.
La escena representa el castigo que recibe la muchacha por su negligencia, consistente en atarla de manos y empujarla hacia el humo producido por la combustión del chile. En la glosa se anota: “muchacha de once años que su madre la esta castigando queriéndole dar humo a narices con ají”.