Sobre la estera o petate se ha dispuesto un lebrillo con agua para efectuar el baño del recién nacido. Sahagún (1989:I, 433) indica: “ y en saliendo el sol, ya estaba algo altillo, la partera demandaba un lebrillo lleno de agua, y luego tomaba al niño entre ambas las manos, y luego tomaba los circunstantes todas las alhajuelas que estaban aparejadas para el baptismo, y poníanlas en el medio del patio de la casa…después desto lavaba la criatura con el agua por todo el cuerpo”