Este quinto maguey, ubicado al final de la fila inferior, se ve incompleto por la mala fotografía, sin embargo, se distinguen en el doblez de la hoja las puntas de las pencas. Esta identificación del quinto maguey se refuerza con la publicación de Uta Berguer (2005: 38) donde se observa que hay un cuarto maguey en la fila superior derecha. Por esa razón se dice que este elemento se repite cinco veces. Esta planta de maguey tiene seis pencas, tres de cada lado y quiote u ombligo.
Esta planta de maguey tiene seis pencas, tres de cada lado y quiote u ombligo. No tiene raíz; la ausencia de raíz, de acuerdo con Galarza, (Galarza et. al., 1982; Escalona-Galarza, 1988; Escalona, 1989: 71) indica en la tradición de escritura indígena que es una planta cultivada, no silvestre. El análisis realizado por Báez y Recillas en el Códice Techialoyan de Cuajimalpa, confirma el uso de la raíz o su ausencia como elemento de escritura que se mantiene en los códices Techialoyan, pues en este caso se encuentran plantas con raíz y sin raíz, asociados a plantas silvestres y cultivadas respectivamente. (Báez y Recillas, 2000: 117)
Entonces, la lectura individual de esta planta, considerando que no tiene raíz es "Meyotoc", “sembrado de magueyes”. En la ficha se registra la proyección como: “Alzado de frente”, debido a que la planta real, que da origen al glifo, no tiene en su forma algún costado o parte que sirva como distintivo para dar las posiciones de frente o costados, en la vida real o en su representación codificada